Desde siempre hemos tenido en cuenta que nuestros gadgets son grandes contenedores de cientos de bacterias. El hecho de estar utilizándolos en todo momento, provoca que sean de los mayores portadores de contaminantes en los objetos de nuestra vida cotidiana. Incluso, si pensamos en el asiento de una taza de un baño público, resulta que está muchísimo más limpia que nuestros dispositivos.
Sin embargo, por muy loco que esto parezca, los gérmenes, virus y bacterias están en todas partes, pero particularmente habitan en los siguientes sitios: casa, en las chapas de puertas y ventanas, agarraderas de cajones y toda superficie que se toca o usa con mayor frecuencia es donde se depositan los gérmenes en el hogar. Incluyendo, claramente, nuestros teclados de computadora y dispositivos móviles, como tablets, celulares, etc.
Antes de que te alarmes sin mucho sentido, lo mejor es tomar las medidas necesarias para evitar contraer enfermedades. Pues existen formas de combatirlos con un cuidado minucioso y constante.
En un escenario habitual, se recomienda que la limpieza de estos objetos se realice una vez por mes. Sin embargo, por el contexto que hoy en día vivimos, las medidas de higiene deben potencializarse (sobre todo si algún dispositivo es usado por varias personas). De acuerdo con un estudio realizado por la australiana Universidad Swinburne de Tecnología, se determinó que los teclados compartidos tienen hasta diez veces más bacterias que aquellos utilizados por una persona.
Para esto, es necesario tener extremo cuidado con qué material utilizamos para llevar a cabo esta limpieza. Algo imprescindible es utilizar algún trapo suave que no suelte pelusas, recomiendan que sea preferentemente de gamuza de microfibra. Igualmente, se recomienda recurrir a una solución con un 30% de agua y 70% de alcohol isopropílico (lo encuentras fácilmente en farmacias o supermercados). En estos niveles, el alcohol desinfecta con más eficacia.
Una primer advertencia y fundamental es que los aparatos que vayan a ser desinfectados estén completamente apagados y desconectados de la corriente eléctrica. Igualmente, y con la misma importancia evita rociar esta solución directamente al dispositivo. Lo esencial es rociar el trapo, que esté humedecido pero no demasiado mojado, y pasarlo por el dispositivo.
Ahora te damos unos tips esenciales para que desinfectes tus gadgets cada que sea necesario.
A limpiar tu dispositivo móvil
Una vez apagado y con tu trapo humedecido de tu solución para desinfectar listo, limpia la carcasa con movimientos circulares suaves. Después puedes secar el dispositivo con otro trapo seco. Para desinfectar la cámara de tu dispositivo, se recomienda utilizar una gamuza de microfibra específica para lentes (puedes utilizar el trapito convencional que muchos lentes traen consigo). Con las mismas especificaciones, limpia en movimientos circulares y pequeños y en esta ocasión, deja que se seque con el aire.
En caso de que tengas que desinfectar inmediatamente, puedes echar gotas de gel de manos en un paño y utilizarlo para limpiar la pantalla.
Para finalizar este procedimiento, si utilizas una funda de celular también debes lavarla. Para esta, se recomienda limpiarla con agua y jabón y esperar a que se seque completamente para utilizarla.
Ahora tu teclado
Tan sólo en tu teclado habitan 400 veces más bacterias que en la taza de cualquier baño, esto de acuerdo con los investigadores de la Universidad de Arizona. Así que no hay excusa, a limpiar nuestros teclados.
Para que hagamos una limpieza a profundidad, será necesario desconectarlo de toda corriente eléctrica y apagarlo. Colócalo debajo y agítalo para que se caigan los residuos. Ahora, es recomendable utilizar un bote de aire comprimido para ayudar a que todas las pelusas y demás salgan sin problema alguno. Después, humedece un algodón con una solución de agua y alcohol (como la antes mencionada), asegúrate de que no gotee. A continuación, pásalo por las teclas e intersecciones, y humedece un trapo para limpiar el resto.
Ten cuidado de no frotar muy a profundidad, para evitar borrar las letras de cada tecla. Ahora, antes de volver a usarlo, recuerda lavarte las manos cada que debas escribir en él, para que se mantenga limpio por más tiempo.
Sigue el mouse o ratón
Esto es más sencillo, pero no menos importante. Limpia todo con un trapo de tela humedecido con la misma solución que utilizaste en las anteriores. Sin embargo, deja el sensor óptico sin tocar, hasta que acabes y límpialo con un cotonete humedecido y listo.
Ahora el monitor o pantalla de televisión
Se trata de zonas sensibles, así que hay que tener cuidado. La mejor opción es utilizar un paño de microfibra humedecido en un líquido limpiapantallas específico o utilizar una mezcla de agua destilada con alcohol isopropílico.
Al momento de iniciar la limpieza, recuerda hacerlo en una sola dirección, moviendo la mano en círculos conforme vayas avanzando a lo largo del monitor.