El nuevo y sorprendente lanzamiento de Donald Glover, bajo su alter ego Childish Gambino, ha despegado los pies de cualquiera que se aferrara al piso. Con una mezcla de ritmos y curvas que suben y giran de manera inesperada, Gambino consolida un álbum que nos obliga a despegarnos de cualquier superficie, para dejarnos ir con cada uno de sus 12 nuevos temas contenidos en 3.15.20.

Desde 2016, con su álbum Awaken, My Love!, con el que se instaló para siempre en nuestro sistema, sobre todo con el tema “Redbone”, Glover no había reaparecido bajo los acordes de Gambino. Fue una gran sorpresa, y más ahora que parece haber salido con el timing perfecto. Listo para ser saboreado de principio a fin, con las altas y bajas, nos hará explorar un nuevo sonido listo para hacernos bailar. 

3.15.20 fue publicado primeramente en el sitio web del artista el 15 de marzo, pero no fue hasta el 22 que se lanzó oficialmente en todas las plataformas digitales de música. Sin duda, la crítica y los fans han determinado que se trata de uno de los álbumes más multifacéticos en el que su música alcanza tal calidad, digna de ser nombrada una “obra maestra”. 

Si bien, podría sonar a una exageración, lo cierto es que este nuevo álbum consigue una suerte de espacio caleidoscópico sonoro, en el que transitamos del rap al pop, funk, soul e incluso aterrizamos, de vez en cuando, en un ligero y suave R&B. Podríamos determinar que este proyecto es un punto clave, si no es que el clímax, de su carrera como Childish Gambino. 

Una atmósfera atrevida y divergente, dispuesta a romper paradigmas en los que el rap suele encasillarse. Una faceta de tonalidades y ritmos que consolidan una estética digna de nuestro tiempo contemporáneo. Justo cuando la categorización de géneros musicales está más diluida que la arena con el mar, nos hemos atrevido a poner todo en un vaso para licuarlo y esperar un gran resultado.

Además, no podemos dejar de un lado el discurso político que el cantante ha incluido en cualquier faceta de sus múltiples visiones como artista. Pues la constante visión de ser una persona afroamericana en un mundo como en el que vivimos, sigue latente. En letras como en el tema de “19.10”, lo retrata. 

“To be beautiful is to be hunted/ I can't change your truth/ I can't get you used to this”, ("Ser hermoso es ser cazado / No puedo cambiar la verdad/ No puedo acostumbrarte a esto"). 

Y más allá de la crítica pertinente en toda su obra, el artista también deambula entre la identidad, el amor propio, el paso del tiempo y la existencia misma, ¿será que sabía lo que viviríamos justo ahora?

Dentro del delirio existencial que se plantea a lo largo de este nuevo álbum, Glover decidió cerrarlo de manera sutil y conmovedora. Es decir, ¿cómo podríamos resolver las dudas más importantes de nuestras vidas, sino con los vínculos afectivos que construimos en ellas? Por eso la penúltima canción del álbum, “47.48”, termina con una conversación entre él y su hijo, Legend, en la que ambos se dicen que se aman a sí mismos. Este momento tan simple y transparente, algo que nos aliviana el corazón en momentos de tanta tensión en el mundo externo, como en el interno que habita 3.15.20.

“Little boy, little girl/ Are you scared of the world?/ Is it hard to live?/ Just take care of your soul/ Let the beauty unfold/ You'll get through it”, (Niño pequeño, niña pequeña/ ¿Tienes miedo del mundo?/ ¿Es difícil vivir?/ Solo cuida tu alma/ Deja que la belleza se desarrolle/ Lo superarás).