Si todavía no tienes plan para celebrar este fin de año, el vocalista de Rammstein tiene una opción para ti. Se trata de su concierto en el Frontón México, además no es la primera vez que Till Lindemann decide despedir el fin de un año y darle la bienvenida al nuevo ofreciendo un concierto en nuestros territorios. 

Nacido en un hogar de artistas, con un padre poeta y una madre periodista, quienes se separaron cuando Till tenía 12 años, pero quienes sin duda influyeron en su vida y forma de ver el mundo desde muy temprana edad, el músico alemán ya ha construido todo un legado en todo el mundo. En medio de un contexto de disturbios políticos, en plena caída del muro de Berlín, Lindemann creció entre la incertidumbre de una Alemania confundida, pero esperanzada. Un año después, el genio de la banda alemana, Rammstein, comenzó a escribir canciones basadas en sus poemas para poco a poco involucrarse por completo en el mundo de la música. 

Con el tiempo fue ganándose un lugar en la excentricidad de su género, el metal industrial, tanto en su música como en sus espectáculos en vivo. Lo curioso es que las fronteras entre el idioma y el sonido que acompañan cada una de sus letras pueden hacernos creer que su música trata de temas sumamente oscuros o “perversos”, pero lo cierto es que la sensibilidad radica en cada uno de sus integrantes, sobre todo en Lindemann, quien en la mayoría de sus composiciones retrata temas tan humanos como el amor. 

La personalidad de Lindemann en escena es una brutalmente honesta, desgarradora y hasta provocadora, no por nada se ha hablado de manera negativa de sus actuaciones en vivo, pero la única reacción que ha tenido el vocalista es ser congruente con su papel de un aparente “loco” y cínico ante el mundo que se cubre con cientos de máscaras. 

El tema que sobresale en sus discursos es el sexual, tanto que lo ha incluido en otras formas de expresión artística. En la presentación de sus esculturas en la galería John Holger Galerie de Dresden dio mucho de qué hablar, pero si algo ha distinguido a Lindemann es su gusto por la polémica, pues en esta exposición presentó figuras que tacharon de “grotescas” y “groseras”, como el caso de la figura de un “niño dios” sosteniendo un falo. 

Además ha tenido una serie de presentaciones en vivo causantes de grandes discusiones, incluso hasta legales, pero Lindemann se mantiene firme ante el cinismo y la brutal sinceridad con la que decide expresarse. Incluso se ha llegado a “defender”, por así decirlo, con el argumento de que la sexualidad es un tema normal y natural que no debería escandalizar tanto. En una ocasión, en 2009 lanzó junto a Rammstein, el álbum Liebe ist für alle da, en el que incluyó el sencillo “Pussy” y el video fue tan explícito que hasta lo censuraron en algunos países, pero no siendo esto suficiente, en una presentación en vivo en Montreal, Till cargó un pene gigante del cual sacó espuma y la lanzó al público. 

En esta ocasión se trata de su presentación como solista, después de que en 2015 anunciara el comienzo del mismo, Till Lindemann se ha esmerado en construir su propia voz sin dejar de un lado a Rammstein. Su álbum debut se trató de Skills in Pills, en el que incluyó diez temas. Este año lanzó su segundo material F & M con trece temas. Con las atmósferas industriales que tanto ha abrazado Till, pero con un nuevo camino en el que su música va de un género a otro sin temor a nada. Sin duda, el sonido de Lindemann es uno excéntrico y digno de escucharse en vivo. Por eso presenciar uno de sus conciertos es una experiencia única, así que ya sabes cómo despedir el 2019 y darle la bienvenida al 2020. 

Cuándo: 31 de diciembre

Dónde: Frontón México, Av. de la República 17, Tabacalera, Cuauhtémoc, CDMX