Una historia de amistad, autodescubrimiento y diversión. Booksmart o La noche de las nerds, te cuenta la típica historia de la última fiesta antes de la graduación de preparatoria, pero desde su lado B. Estamos en pleno siglo XXI, año 2019 y Olivia Wilde, la directora de esta cinta (mayormente conocida por su papel en la serie de Dr. House como la Dra. Remy Hadley), supo retratar lo que buscaba con una historia que rompe con los viejos arquetipos, para demostrar que la visión de las nuevas generaciones ha evolucionado en su forma de interrelacionarse.
Sin caer en los baches arquetípicos que encasillan a los personajes en personalidades planas, en las que son o no son (inserte aquí equis adjetivo), las cuatro escritoras (Emily Halpern, Sarah Haskins, Katie Silberman y Susanna Fogel) y la directora de la película desarrollaron una mirada más realista en la que presentan personajes complejos que rompen cualquier etiqueta.
Esta no es la típica comedia coming-of-age, es más bien una comedia adolescente con una perspectiva moderna y revolucionada. En esencia no habla del salto de una etapa a otra, que su contexto lo define, y la historia se centra en la reflexión previa a ese salto sobre quiénes somos, en este escenario llamado mundo.
Amy (Kaitlyn Dever) y Molly (Beanie Feldstein) son dos mejores amigas, que están a punto de graduarse, y hasta el momento lo han hecho “todo bien”. Son dos adolescentes inteligentes, que aman ir a la biblioteca a estudiar y tienen muy claras sus referencias feministas en el mundo de la teoría y crítica social y el de la literatura, pero Molly tiene una revelación un día antes de la graduación.
Todo el tiempo fue el personaje arquetipo de la preparatoria, que era presidenta de la clase con las mejores notas y veía a todos hacia abajo. Mientras ella y Amy se esmeraban por cumplir con sus respectivas tareas y sobresalir en el mundo académico, dejaron de un lado la vida social, que a Amy en realidad nunca le interesó, pero Molly simplemente reprimió. Su objetivo era claro, acceder a la mejor universidad para garantizarse un gran futuro y el típico sueño americano. Sin más, Molly descubre que, de hecho, sus compañeros que salen del margen académico impecable, también accederán a grandes universidades, e incluso uno fue reclutado por Google.
Esta información le cae como una patada en la cara, y se da cuenta que esa vida social que reprimió durante toda su vida académica, a modo de sacrificio, en realidad no era un impedimento para lograr ese brillante futuro con el que siempre soñó. A partir de ahí, es donde la aventura comienza, y le dice a Amy que es momento de ir a la última fiesta de la preparatoria.
La narrativa en realidad es muy simple, es una historia divertida, con un humor inteligente. Vemos una amistad real y cimentada en la honestidad que se tienen la una con la otra. Las protagonistas salen del lugar común y el descubrimiento sexual de Amy es como cualquier otro en esta clase de películas, en las que los personajes tienen la curiosidad por tener su primer encuentro sexual.
Estamos en la época de la visibilización, y elegir a un personaje protagonista de la comunidad LGBT+ en su despertar sexual, es un gran acierto, porque no lo estigmatizan, el tema ya no es salir del clóset, el tema es el de siempre, la curiosidad del primer encuentro y ya.
La naturalidad con la que los personajes desarrollan su papel y evolucionan al punto de la empatía, es lo que hace de esta película una gran historia. No es una comedia simplona, cursi o con la típica narrativa en la que los personajes tienen que competir por ser mejor que el otro y demostrar que unos “están bien” y “otros mal”. Al final de la cinta, quedas con una sensación de empatía y la nostalgia de ese futuro incierto en el que todos nos hemos enfrentado para saltar de una etapa a otra.
La crítica ya ha aludido a esto:
“Aquí no hay populares ni perdedores, más allá de las diferencias, todos conviven juntos y se respetan, así como asumen su sexualidad de forma libre y natural. Como debe ser, el acento está puesto en las personas y los vínculos que se crean”.
Lo que sí es cierto, es que en cuestiones técnicas, se queda un poco corta. En temas de edición y transiciones musicales, hay un fallo que estorba un poco, pero tampoco te arruina la película. Aunque también debemos darle su debido mérito a la fotografía por un gran trabajo, el vestuario y la música, ah, y por supuesto, el increíble cast que seleccionaron para la realización. La química entre los personajes nos dio esa sensación orgánica de estar metidos en una historia sincera y nada artificiosa.
También uno de los temas destacables dentro de esta película es la amistad, de hecho es el principal, a decir verdad. Más allá de la inquietud por salir a divertirse un poco, la cinta nos retrata una verdadera amistad y el inevitable rompimiento que sufren algunas por el simple hecho de crecer.
"No hay suficientes películas y canciones sobre el amor entre amigos y, por supuesto, el final de una amistad. ¿Sabes? La ruptura de una amistad puede ser algo traumático de modos que son a veces más profundos que los de una ruptura romántica", argumentó Wilde en una entrevista para EFE.
"Porque la sociedad nos da el contexto para el fin de una relación romántica. De alguna manera, nos preparamos para tener diferentes relaciones y sabemos que nos curaremos. Pero las amistades son tan profundas. Eres muy vulnerable respecto a ese mejor amigo, especialmente en el instituto", añadió.
Esta entrañable comedia fue proyectada primeramente en el Festival South by Southwest (SXSW) y generó una crítica bastante entusiasta y positiva entre los críticos.
Evidentemente la película tiene un enfoque feminista, pero sin caer en lo moralino o la adoctrinación. Cuando se tiene un visión clara y empática por la búsqueda de un mundo en el que la existencia del otro no sea un pesar o estorbo, es fácil digerir un discurso político desde una simple perspectiva.
"Uno de los elementos más importantes del feminismo es la idea de que tenemos que unir nuestros brazos. 'Estamos unidas, no jerarquizadas', dijo Gloria Steinem. Tenemos que apoyarnos las unas a las otras de todas las maneras posibles y la película va sobre eso: la conexión entre mujeres", dijo.
Igualmente, expresó que más allá de una mirada exclusivamente femenina, la película se enfocó en retratar la mirada que está a la misma altura de todos. Nadie es más ni menos, no importa tu género, tu orientación sexual o tu estatus académico, se trata más de hallar la mejor manera de convivir sin que nos pese el otro, ni viceversa.
"Pero en relación con la igualdad para todos los géneros, esta película es un ejemplo de que todos podemos conectar con la historia auténtica de la amistad, sin importar de qué género somos. Así que Booksmart muestra que hacer películas sobre algo auténtico y real llega a todos los públicos: solo tienes que ser honesto en tu narración y la gente responderá", finalizó.
Sin duda esta película es una comedia que no puedes dejar de ver. La mirada de una nueva generación, que indaga en las mismas inquietudes que todos hemos vivido cuando pasamos de una etapa a otra, es la que nos conecta inmediatamente con la historia. Además, claro, de su astuto humor y excelente diálogo entre los personajes.
La fecha de estreno es el 16 de agosto, no te la pierdas y disfruta de una buena comedia inteligente de adolescentes.