“Blackstar” y el universo de David Bowie

Entretenimiento Calendario 08 ene 2021 Iván González

¿Quién es o fue David Bowie? Responderlo parece complicado. Sin embargo, Wikipedia te dirá las siguientes definiciones: Leyenda del rock, músico, diseñador, modelo, actor, artista y escritor; son las respuestas que encontrarás. Lo cierto es que su legado rompe barreras y en ocasiones es muy difícil de explicar. 

Hoy, 8 de enero sería la fecha cuando la leyenda del rock y maestro de las vanguardias celebraría su 74 aniversario. Además, el domingo 10 de enero se cumplen cinco años de la muerte de este artista, por lo que ahora sus amigos, colaboradores más cercanos y sus fieles seguidores serán los encargados de no olvidar esta fecha.

 

 

Durante su carrera el emblemático artista se inventó y reinventó cientos de veces y fue una estrella luminosa (y oscura, como leemos en el nombre de su último álbum) especialmente en el mundo de la música. Brilló hasta cansarse y quiso apagarse, pero el mundo no lo dejó. 

David Bowie fue un verdadero ícono: un cantante, compositor y productor cuyas invenciones creativas dieron forma a nuevas tendencias musicales. Desde que su álbum debut homónimo capturó la imaginación del público a mediados de los sesenta hasta los sonidos experimentales de Blackstar, casi 50 años después, fue un innovador en las tendencias rock, punk y pop. 

Sin embargo, lo que se escucha en Blackstar respondía a varias ideas claras que habitaban la mente de Bowie desde un principio. A diferencia del método que seguía en varios álbumes de su carrera, donde las composiciones cobraban vida en el estudio con base en sus procesos normales, en este caso él había registrado previamente unos demos mucho más acabados del material que deseaba producir. 

Pero, ¿qué significados –entre tantos– esconde Blackstar? ¿Bowie quería dejar algún presagio para sus seguidores? 

Si para el budismo el tiempo físico no existe, para Bowie, fiel seguidor de esa doctrina y de otras más, en especial del ocultismo, el final no se reduce a su álbum final, en cuyas letras se pueden encontrar diversas pistas alusivas al tránsito de su autor hacia lo desconocido. 

 

 

Es increíble cómo un acontecimiento puede cambiar por completo la percepción de una obra. Tras el inesperado fallecimiento del ídolo en 2016, buena parte de las reseñas que se habían escrito sobre el vigésimo quinto álbum de estudio del músico, publicadas o ralizadas antes de su lanzamiento, el 8 de enero de 2016 –fecha que conincidía con el cumpleaños número 69 del artista–, de un día para el otro fueron recibidos con aires de obsolescencia tras el deceso del músico dos días después de que el álbum se publicó. 

"Mira hacia arriba, estoy en el cielo/Tengo cicatrices, que no pueden ser vistas/ No me queda nada que perder”. Traduzco estas líneas, con las que comienza “Lazarus”, el segundo sencillo de Blackstar

Teniendo en cuenta que el espacio exterior fue un tema recurrente en sus composiciones (“Space Oddity”, “Starman”, “Life On Mars?”), no sería raro que Bowie se viera a sí mismo como una estrella que se apaga y pasa a la perpetuidad. También es probable que se trate de un guiño a Elvis Presley, máximo héroe del cantante y con quien compartía fecha de cumpleaños. Existe una canción poco conocida de El Rey titulada “Black Star” que decía “Todo el mundo tiene una estrella negra sobre sus hombros y cuando un hombre ve su estrella negra, sabe que ha llegado su hora". 

Sin embargo, el tema antes mencionado es interesante. “Lazarus” funciona como una metáfora de la resurrección a través del personaje de Lázaro de Betania del Nuevo Testamento, donde se cuenta que fue resucitado por Jesucristo. Para narrarnos su historia, Bowie se sirve del texto pero es amargo, aunque de espíritu esperanzado que en varios puntos se transforma en un pájaro azul, una imagen empleada a lo largo de la historia del pop para referirse a la felicidad o a la libertad, como hace aquí Bowie. 

Por otro lado, el videoclip del tema “Blackstar”, funciona como una especie de reflexión sobre la muerte y la religión a través del ocultismo. El video parece revelar detalles nuevos a cada visionado. Su director, Johan Renck, no quiso revelar demasiado del trabajo en su última entrevista con Noisey, pero aseguraba que hay tres personajes en el video, que son “Ojos de botón”, el “extravagante embaucador” y el sacerdote con el libro de la “estrella negra” que tanto recuerda a las imaginería soviética y maoísta y que parece representar aquí a algún tipo de profeta.  

Construido a partir de una compleja arquitectura de simbolismos, “Blackstar” es un video enigmático de principio a fin. ¿Qué representa esa mirada ciega, cubierta por una venda y unos diminutos botones? Aún quedan muchos enigmas de un artista vivo aunque ya no presente.  

Porque si algo es claro es que él, pero afortunadamente no el mundo, le dijo adiós a David Jones, Ziggy Stardust y sus álter egos, así como a David Bowie: a la persona, a los personajes y a su legado. Fue una de sus exploraciones principales en Blackstar… y en toda su carrera.

Quizás logró el desapego total. Ojalá sí.

 

 

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Foto: De RCA Records - eBayfrontback, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31819731.

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