Hace no mucho, fui a una conferencia sobre las tendencias de los millennials y los centennials. Por mi año de nacimiento estoy en el limbo, unos dicen que soy la última generación de los millennials, otros que soy la primera de los centennials, para el caso, estoy en un limbo transgeneracional, ya que me sentí identificada con varias características de las dos generaciones que se hablaron.

Pero después de pensar este texto, creo que en definitiva soy más millennial, algo así como cuando tu signo de sol es más fuerte que tu signo de luna (chiste millennial).

No hace mucho conocí a Billie Eilish, ya después supe que realmente no hace mucho comenzó su carrera, y al inicio no entendí por qué estaba de moda, me parecía una chica rara y ya. Claro que mi primer acercamiento fue la canción “COPYCAT” (2017) una de sus canciones más conocidas, pero no está ni cerca de ser lo mejor que esta cantante le ha dado al mundo.

Cuando terminó por cautivarme e intrigarme a la vez, fue con el video de “when the party's over” (2018). En éste podemos verla vestida de blanco, en un lugar también completamente blanco, el único color es su cabello azul y el líquido negro que hay dentro de un vaso.

Canta una canción triste, que habla sobre un amor tóxico que no quiere perder, sobre la soledad y después de tomarse el contenido del vaso, comienza a llorar lágrimas negras, para terminar desintegrándose convertida en ese líquido. Un video muy simple, pero el ritmo de la canción terminó por flecharme, así como la propuesta visual.

Así fue como supe que Billie Eilish tiene 17 años, nació en 2001 y su carrera tuvo un ascenso tan meteórico que apenas en 2015 lanzó su primera canción. Hoy por hoy, en 2019, tiene más de 13 millones de followers en Instagram, cada foto que sube supera el millón de likes (más o menos la cantidad que Beyoncé obtiene en las primeras horas de sus publicaciones) y entra en el ranking de los 30 artistas más escuchados en Spotify.

Todo esto en tan sólo cuatro años de carrera, un EP con nueve canciones y 20 singles. Apenas este año anunció su primer LP, y en el segundo mes de 2019 ya lanzó dos singles, “WHEN I WAS OLDER” inspirada en la película Roma (2018), y “bury a friend”, el primer single de su LP When We All Fall Asleep, Where Do We Go?, el cual tiene una fecha de lanzamiento prevista para el 29 de marzo, sí, el próximo mes…

Okey, si se sienten abrumados con tanta información y cosas que ha hecho la pequeña Billie en cuatro años y con 17 años cumplidos, seguramente no son centennials.

La inmediatez, el cambio continuo e inevitable, la necesidad de vivir rápido, o que simplemente les importa muy poco tener un lugar en el mundo. El no lugar es lo suyo, justamente lo virtual, ahí pueden ser quienes quieran.

Este video de Billie Eilish bien podría ser el manifiesto de esta nueva generación. Donde ven el éxito como reconocimiento, no como dinero. Donde lo único que conciben como real es el cambio, así que se adaptan a él. Desde pequeños comienzan a pensar en quiénes son, pero no a dónde quieren llegar. La autenticidad es lo único que importa.

Todo eso es lo que significa Billie para sus fans, es el modelo que dentro de sí contiene todos los valores que están comenzando a crear.

Lorde y Billie Eilish

Es común encontrar que Billie Eilish es comparada con Lorde: las dos la rompieron a los 17 años, por su estilo oscuro, y en general porque son bichos raros. Billie ama el streetwear, Lorde la ropa negra y el estilo gótico. Y simplemente, a las dos les importa dos pepinos lo que digan de ellas.

En lo personal, soy una fan acérrima de Lorde, la conocí desde el su primer álbum, Pure Heroine (2013), y al ver que la comparaban con Billie, hice un esfuerzo por recordar qué fue lo que me cautivó en primera instancia de la cantante neozelandesa.

Y encontré que lo que me cautivó fue encontrar que alguien sentía y pensaba muy similar a mí, le preocupaban temas como envejecer, la soledad, sentir que no encajaba en ningún lado, la tranquilidad de la cotidianeidad, el enamoramiento tonto. Encontré en Lorde lo que no sabía cómo expresar en palabras.

Una situación muy adolescente, así lo explica Billie para NME: "Estoy sintiendo todo por primera vez, ahora mismo. [Los adultos] están acostumbrados al amor, a que te rompan el corazón, al dolor y a querer morirse, pero para una persona más joven todo es nuevo y eso es aterrador".

Es un hecho que las emociones exacerbadas es un tópico adolescente, desde la multitud de suicidios que propició el libro del escritor Goethe en el siglo XVIII, Las penas del joven Werther (1774); pasando por los jóvenes que se sintieron entendidos con Bowie y la canción de “Rock ‘N’ Roll Suicide” al escuchar el emotivo “Oh no, love, you're not alone”; hasta llegar a mi generación con Lorde y ahora Billie Eilish con los centennials.

Lo que cambia entre todas estas generaciones es algo tan simple y tan complicado como lo es la perspectiva con la que se entienden las emociones.

Así pues, los millennials estamos constantemente preocupados por no encontrar un lugar en el mundo, con ser alguien, el miedo a la mediocridad y todas estas emociones las masticamos, las volvemos memes sobre suicidio. En palabras de Lorde:

En cambio los centennials simplemente les da igual, siguen sintiendo sin medida, pero gritan lo que sienten y lo exageran. Juegan con ellos al punto en el que pierden sentido, porque al final todos nos vamos a morir. En palabras de Billie, “me sorprende que aún no esté muerta”:

Además vale la pena recalcar que los videos de Billie están ubicados en ningún lugar, son lugares oníricos que hacen sentir al espectador, son sólo metáforas de sentimientos y lo que está dentro de su cabeza. En cambio el primer álbum de Lorde, está ambientado en los suburbios de Nueva Zelanda, al igual que sus videos.

Así pues podríamos decir que Billie existe en este no lugar en el que podemos ser lo que sea: el internet; en cambio Lorde añora la simplicidad y tranquilidad de sus suburbios, pero incluso ahí, no se siente perteneciente del todo, está constantemente buscando quién es, a dónde va y dónde pertenece.

En general, es muy curiosa la imagen de Billie Eilish, es una muestra gráfica de lo que piensan las nuevas generaciones, qué es lo que quieren y aspiran. Simplemente es una chica de 17 años que se viste como rapero, escribe canciones sobre muerte, casi nunca lleva algo que no sea Louis Vuitton (porque es protegida de Virgil Abloh), clasifica su estilo musical como “no tengo idea”, canta con un dulce falsete y simplemente le importa muy poco el futuro, sólo sabe lo que es el ahora.

Además, abraza a sus fans sin importar si son tres o son una multitud dispuesta a arrancarle un brazo.