Descubre las grandes ideas que te habitan

Muchos ya estamos familiarizados con los mandalas, esas figuras circulares listas para ser rellenadas con colores. Depende de cada quien, y su personalidad, colorearla de adentro hacia afuera o viceversa. Para el mundo oriental, se tratan de símbolos espirituales de unidad, en realidad muchas tradiciones han adoptado esta forma de conexión o meditación, desde los tibetanos, grupos budistas e hinduistas. 

Igualmente, la era contemporánea y occidental, ha acudido a estas formas para diferentes estudios. Un ejemplo es para el psicoanálisis, Carl Jung determinó que un mandala era “una representación del ser inconsciente”. 

En pocas palabras, cualquier tradición, ancestral, contemporánea, occidental u oriental, aterriza el concepto de estas figuras como diseños pensados en el reflejo de la creación. Es decir, como una pequeña ventana a lo que habita en nuestras mentes. Los patrones básicos de esto, se basan en un círculo con un centro a partir del cual se desprenden todos los demás patrones y figuras.

Además, podemos encontrar esta especie de figuras en la naturaleza, desde la biología, química, geología, astronomía y la misma física. Piénsalo, los seres vivos que habitamos el planeta estamos compuestos de células y cada una de estas tiene un núcleo,  de tal manera que se ven como círculos con un centro definido. 

En realidad podríamos pensar en casi cualquier cosa y ver su origen a partir de los átomos, desde lo más diminuto hasta lo más enorme, como una misma galaxia. Una de las técnicas modernas más arraigadas, en los años recientes, para concebir un estado de purificación y paz mental, ha sido colorear estas figuras para obtener diversos beneficios. 

Uno de los principales, más allá de la relajación, es la creatividad que podemos encontrar en nosotros mismos. Las ideas navegan en el gran mar de nuestra mente, uno que si nos atrevemos a explorar, descubriremos que se tiene miles de kilómetros de profundidad. David Lynch, el aclamado director de cine, habla de los peces gordos que habitan en el universo de nuestras ideas. Para crear y buscar más allá de lo que está a simple vista, debemos pescar aquellos peces que habitan las profundidades de nuestra mente, no conformarnos con los pececillos que apenas flotan en la superficie. 

Tal cual lo expresaba Jung, estos ejercicios pueden ayudarnos a explorar más allá de lo que habita en la superficie de nuestra conciencia. Además, hoy en día diferentes diseñadores se han propuesto a realizar ilustraciones realmente creativas y de toda clase de temáticas, para que llevemos estas figuras y ejercicios meditativos, fuera de las cajas convencionales de nuestra mente. 

Johanna Basford, ilustradora escocesa, se ha dedicado a este tipo de ilustraciones hechas completamente a mano. En su libro Bosque encantado, encontramos la iniciativa de regresarnos a aquella etapa en la que los libros para colorear lo eran todo en nuestras tardes. De hecho, Basford es pionera en la tendencia de los libros para colorear para adultos, y está fuertemente influenciada por esta mística y creativa forma de las mandalas. 

No cabe duda, que la imaginación no tiene límites, mucho menos cuando se trata de encontrar un espacio de silencio mental en el que podemos descubrir las grandes ideas que nos habitan. 

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