El ícono de las artes marciales Bruce Lee (1940-1973) ha sido celebrado, idolatrado e imitado por millones de fanáticos en todo el mundo durante décadas. Personalmente, considero que Bruce Lee sentó las bases para que las artes marciales se popularizaran y abrieran sus posibilidades comerciales. Rápido, ágil, fuerte, extrovertido, inteligente, audaz o único, son algunos de los rasgos que lo representan. Sin embargo, muchos todavía no conocen al hombre detrás del mito, las filosofías que lo impulsaron, o que tuvo que abandonar América, el país de su nacimiento, para convertirse en una estrella en primer lugar. 

Carismático y dominante en la pantalla, impulsado y disciplinado en su trabajo, Lee saltó a la fama internacional como la estrella de las películas de acción de Hong Kong en la década de 1970. En Fist of Fury, The Way of the Dragon y The Big Boss, cautivó al público y provocó que se incrementara la fama de las artes marciales en Estados Unidos. El clásico Enter the Dragon, lanzado un mes después de su muerte en 1973 a la edad de 32 años, lo convirtió en una leyenda. 

Con el éxito obtenido gracias al documental The Last Dance de ESPN y Netflix sobre Michael Jordan, la fórmula se repite y el turno es para Bruce Lee, quien es el protagonista de la película documental Be Water. 

Tejiendo fotografías de archivo, videos caseros, entrevistas y las propias palabras escritas por Lee, el realizador Bao Nguyen, quien ya ha trabajado en proyectos similares con el documental We Gon´be alright, crea un perfil poético en la historia. Recuerdos íntimos de su hija Shannon Lee, su viuda Linda Lee Cadwell y amigos como Kareem Abdul-Jabbar, Dan Inosanto y Angela Mao pintan un retrato del Bruce Lee que conocieron, mientras los expertos culturales contextualizan el mundo en el que estaba forjando su propio desafío. 

El nombre de la película documental proviene precisamente de una de las citas más icónicas de Bruce Lee, Be Water hace referencia a una filosofía oriental que te invita a dejar fluir; a adaptarse y construir una realidad propia. En momentos de crisis, como los que vivimos, resulta más que apropiado. 

Es importante recordar que el año pasado, una versión de Bruce Lee se pudo ver en la película Once Upon a Time in Hollywood, a cargo de Quentin Tarantino, la cual fue catalogada como una “caricatura exaltada” por parte del equipo de producción del documental y la cual no fue del gusto de muchos. 

Regresemos a Be Water. Ya fue estrenado el pasado 7 de junio a través de ESPN, aunque fue presentado en el Festival de Sundance 2020. Tiene una duración de 1 hora y 44 minutos y parece ser el comienzo de una nueva manera de contar la vida de celebridades históricas. Esta película documental es un repaso por la vida de Lee desde sus primeros pasos en los sets, gracias a su padre, que trabajaba en la ópera de Hong Kong. Al cumplir 18 años, Bruce Lee  regresó a su América natal donde comenzó a enseñar kung fu en la ciudad de Seattle, acto que lo llevó a conocer a su futura esposa, Linda. Eventualmente, Bruce Lee se trasladó a Los Ángeles, donde luego de muchas dificultades, logró abrirse camino en la industria cinematográfica y la televisión. 

Luego de esta introducción, la película salta a 1971, cuando Lee volvió a Hong Kong para buscar el estrellato que no había conseguido en los Estados Unidos. Mientras sucede escuchamos voces en off de su hija Shannon (quien lee cartas de su padre en otras escenas de la película). Se trata del clásico modelo de las biopics que consiste en empezar cerca del fin para luego ir hacia atrás y ofrecer una imagen más amplia de la leyenda.