Dentro del mundo regido por los hashtags y los likes, últimamente hemos visto cómo el de los ayunos intermitentes se está colocando a la par de los #healthylife y similares, pero, ¿qué son y cómo funcionan exactamente?
No cabe duda de que, al mencionar una tendencia que se quiere sumar dentro del mundo de una vida saludable, nos cuestionamos su verdadero origen y propósito. Pues ayunar nunca lo relacionamos como algo precisamente beneficioso para la salud. Sin embargo, el ayuno intermitente podría ser más saludable de lo que se piensa.
Incluso, indagar en esta tendencia, nos ayudará a desmentir muchos de los mitos alimenticios que traemos inyectados desde la infancia. Por ejemplo, hemos escuchado a nuestros abuelos, padres y demás diciendo que el desayuno es la parte más importante del día, ¿no? Que hay que desayunar como rey, comer como príncipe y cenar como mendigo. Pero ¿qué pasa si todo esto que hemos aprendido en cuanto a la forma de alimentarnos, no es otra cosa más que pura ficción?
Al contrario de lo que muchos creerían, la ciencia ha demostrado que omitir ciertas comidas en nuestra rutina, y no comer durante un periodo de tiempo determinado, puede traer diversos beneficios para el cuerpo, condición física y la salud en general.
Para ser más específicos al respecto, algunos de los beneficios más relevantes que ofrece el ayuno intermitente es la disminución del azúcar en sangre, reducción de la cantidad de colesterol malo y de los depósitos de grasa en el hígado por lo que hay menos riesgo de desarrollar hígado graso.
Igualmente, se reduce la liberación de sustancias que propician la inflamación en el cuerpo. Es importante que recordemos que la inflamación se asocia con múltiples enfermedades crónicas como las cardiovasculares, diabetes, Alzheimer, artritis y hasta el cáncer. El ayuno favorece la regeneración de las células del sistema inmune y reduce los niveles del factor de crecimiento insulínico tipo 1 relacionado con el envejecimiento, el avance de los tumores y el riesgo de cáncer.
Existen diversas formas de involucrar al ayuno en nuestra rutina alimenticia. La más común es con un modelo en el que el ayuno intermitente en el que puedes comer durante unas horas determinadas (mediodía y las ocho de la mañana), como saltarte 2 comidas un día de la semana, dejando de comer 24 horas. Para dejarlo más aterrizado, ahora te decimos las distintas maneras de hacerlo de una manera saludable y beneficiosa para tu cuerpo, de acuerdo con la voz de los expertos.
12/12: Dejamos pasar 12h entre ingestas, normalmente durante la noche. Ej: ceno a las 22h y desayuno a las 10. A veces lo hacemos sin darnos cuenta.
16/8: El más popular. Reducimos la ventana de alimentación a 8h y ayunamos durante 16. Traducción: te saltas el desayuno o la cena. Ej: ceno a las 21h y almuerzo a las 13h.
20/4: Ayunar durante todo el día (20h) y darte un festín en la noche. En este protocolo es habitual comer algo durante la ventana de ayuno, como vegetales o bebidas calóricas.
24h: Tal cual. Estar un día entero sin comer. Ej: almuerzo el martes a las 14h y no como hasta el miércoles a las 14h.
One Meal A Day: Se trata de comer solo una vez al día. Sin ventana de ayuno fija, ya que OMAD se centra en reducir al mínimo (1) el número de ingestas.
5:2: Está pensado para una semana, en la que comes normal 5 días y los otros 2 reduces tu ingesta a 500-600 kcal.
Eat-Stop-Eat: Se trata de incluir uno o dos ayunos de 24h en tu semana. Similar al 5:2, pero ayunando totalmente.
Ayuno en días alternos: Es ayunar día sí/ un día no. Sin reglas estrictas; puedes hacerlos de 24h o tomar algo como en el protocolo 5:2.
FMD (Fasting-mimicking diet): En vez de pasar un periodo corto de tiempo sin comer nada propone pasar 5 días comiendo poco (~750kcal/día).
WHEN (When Hunger Ensues Naturally): Saltarte una comida de vez en cuando, sin reglas. Para ocasiones en las que llegas sin hambre o sin tiempo para cocinar.
Además, cabe mencionar que también existen otros tipos de ayunos, fuera del hashtag de la vida saludable. Pensemos en el Ramadán (Islam) o al Yom Kippur (Judaísmo), entre otros más ligados a las formas de vida espiritual.
Estos son algunos ejemplos de cómo los nutriólogos recomiendan aplicar el ayuno intermitente. Sin embargo, es de gran importancia recordar que se trata de una técnica para acercarnos al hambre real, y liberarnos del dogma de las famosas cinco comidas diarias y así poder ganar flexibilidad metabólica.
Recuerda que no se trata de un método milagroso y tampoco es precisamente para todos, si quieres intentarlo recuerda consultar antes a un profesional.
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