El segundo largometraje del cineasta mexicano, Gabriel Mariño, Ayer maravilla fui, ha llegado a nuestras pantallas comerciales después de cuatro años de haber visto la luz en distintos festivales internacionales de cine y demás proyecciones.
Mariño, radicado en Berlín, originario de Puebla, regresa a las salas para mostrarnos la historia que habita en Ayer maravilla fui, en donde un usurpador de cuerpos busca el amor en la monstruosa Ciudad de México.
Sobre la cinta, el director ha declarado en distintas ocasiones que esta historia parte de una experiencia personal, en la que pretende rendir homenaje a Robert Bresson, Franz Schubert, a la mismísima Ciudad de México y a los mitos cinematográficos y literarios que rodean la idea de los usurpadores de cuerpos y el vampirismo como tal.
Más allá de estos elementos fantásticos, se trata de una película en la que veremos un retrato de lo que se vive a diario en la ciudad, pero con la única diferencia de que en este escenario, la Ciudad de México será el punto de partida para que todo lo que pueda ocurrir, ocurra.
Después de haberse presentado en el Festival de Morelia y en la Cineteca Nacional, en 2017, Ayer maravilla fui regresa por un público mucho más amplio, reestrenándose en las salas del circuito cultural de la capital, Guadalajara, Monterrey, Ecatepec, Colima, Culiacán, Aguascalientes, Toluca, San Miguel de Allende y San Cristóbal de las Casas y má ciudades de la República Mexicana.
Con fotografía de Iván Hernández, edición de Pedro G. García y sonido a cargo de Pablo Fernández, Ayer maravilla fui, llega con la producción de Mariño, Gabriela Marrufo y Carlos Verástegui y un reparto compuesto por Rubén Cristiany, Sonia Franco, Hoze Meléndez y Ozuna Melikian.
De acuerdo con la sinopsis oficial, Ayer maravilla fui está lista para mostrarnos la historia de un solitario personaje en la Ciudad de México, quien “desliza su existencia cambiando incontrolablemente de cuerpo. Sin saber cuándo cambiará, vive una vida monótona viajando entre cuerpos, los cuales termina abandonando. Su hastío y desesperanza se ven enfrentados al amor que siente por Luisa. Así comienza una lucha por comunicárselo a través de diferentes rostros y cuerpos hasta quizá lograr estar junto a ella a pesar de su condición”.
Mariño ha tenido un breve, pero contundente, recorrido en el mundo del cine. Cuando lanzó su ópera prima Un mundo secreto (2012), dejó claro que su camino a seguir sería el universo cinematográfico. En esta cinta volvió a una mirada contemplativa, en la que se habla del confinamiento y la soledad. Irónico pensar en que esos serían temas actuales, pero más allá de esto, Mariño ha revolucionado su narrativa a una ficticia en la que temáticas reales enmarcan el contexto de sus historia.
Al respecto de esta película, Mariño expresó su amor por las películas de ciencia ficción para una entrevista con La Razón: “Soy cinéfilo de hueso colorado y crecí viendo películas de todo tipo, sobre todo de ciencia ficción, como Volver al futuro y Terminator; lo que más me atrae de este género es que te permite contar una realidad improbable y con ella generar cuestionamientos más profundos acerca de la condición humana”.
De igual manera, afirma que utilizó al género de la ciencia ficción para esta cinta, con el pretexto de hablar del amor, la conexión y el cuestionamiento sobre “si es posible enamorarse de la esencia de una persona, pese a su condición corporal”.
Ayer maravilla fui se dispone a dar una vuelta al cine mexicano y colocar el género de la ciencia ficción en alto, desde el escenario capitalino de la Ciudad de México, no te pierdas de esta conmovedora historia en la pantalla grande.
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