Cada vez es más común ver que las áreas verdes se convierten en parte de la cotidianidad de un hogar. Igualmente, todos hemos visto cómo las personas locas por las plantas han incrementado, sobre todo desde que la pandemia inició. Es decir, desde que pasamos más tiempo en casa buscamos más alternativas para sentirnos cómodos dentro de nuestro espacio, mientras que al mismo tiempo buscamos un pedazo del exterior y su naturaleza.
El planeta Tierra a distancia luz luce azul, pero definitivamente el verde es la razón por la que nuestra propia especie reside y existe en ese pequeño punto lejano entre el Sistema Solar. Aún cuando el mundo está en constante simulacro a un fin del mundo, la esperanza brilla en su viento y agua con el que los campos florecen.
No por nada la tendencia de los jardines sostenibles se disparó. Entre la pandemia y el ocio que albergó a muchos, como la solastalgia causada por la crisis climática. Todo es una consecuencia de una u otra razón. Ahora más que nunca, buscamos tener un espacio de tranquilidad en el que, de hecho, también ayudemos desde nuestra trinchera al planeta.
Asimismo, hoy te damos unos tips básicos para construir tu propio jardín sostenible. Porque todos merecemos un espacio verde para disfrutar, y qué mejor que hacerlo de manera consciente.
Imitación de la naturaleza
El mundo civilizado de hoy en día ha sido, en parte, gracias a la constante observación de la naturaleza. Asimismo, la imitación de ella y sus ciclos, modelos arquitectónicos, sus sistemas y más, nos han servido en diversos ámbitos.
Asimismo, en esta idea por crear un jardín sostenible se recomienda colocar plantas autóctonas que se adapten al entorno, para que de esta manera su cuidado sea mucho más sencillo y el agua que se necesite sea menor. Algunas plantas recomendadas pueden ser las aromáticas, como la lavanda, romero, el tomillo e incluso los cactus o aloe vera. La imitación de la naturaleza entra en juego en el momento en el que elegimos especies de plantas que nos harán gastar los menores recursos, ya que a la intemperie y según las condiciones climáticas, lograrán resistir por sí mismas, con un poco de nuestra ayuda.
Las semillas
Otra alternativa para empezar tu jardín es empezar desde cero y sembrar tus propias semillas. Se trata de una estrategia que además es más barata. A la hora de comprarlas intenta que tengan el sello bio, pues estas garantizan que no se hayan modificado genéticamente ni sufrido alteraciones por fertilizantes, pesticidas o tratamientos artificiales.
Composta casera
Esto es fundamental, se trata de una alternativa meramente natural en la que buscamos aportar los nutrientes necesarios para nuestras plantas de manera meramente natural. Incluso, puedes hacerla con el resto del jardín, como hojas o plantas, y hasta con residuos orgánicos (frutas, verduras, cáscaras, etc) Además, en el fondo de la composta se recomienda colocar ramas, piñas o parecidos, y luego agregar en trozos pequeños los residuos orgánicos y dejarlos airear. En ocho meses tu composta estará lista. A continuación te dejamos un video en el que te explican cómo hacer una paso por paso.
Un tip importante es seleccionar plantas resistentes al sol, porque de esta manera no gastarás agua de más.
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