Ya lo anticipaba el baterista de la agrupación de Arctic Monkeys, Matt Helders, en mayo pasado, cuando se le preguntó cómo iba a sonar el nuevo álbum de los Arctic Monkeys, The Car. El integrante de la banda de Sheffield, señaló que “es como continuar donde el otro (Tranquility Base Hotel & Casino, 2018) nos dejó musicalmente”. Y tenía mucha razón. Más cuando señaló: “nunca va a ser como RU Mine? y todo eso de nuevo, ya sabes, los riffs pesados y esas cosas”, dándole una pausa por ahora al deseo de volver a ver a la agrupación en su versión más rockera.
Con el tiempo se publicaron los primeros adelantos, los que confirmaban que el séptimo álbum de estudio de la banda, ya disponible en plataformas digitales, iba más de sosiego y capas de sonidos, antes que riffs y golpes de batería.
Por ejemplo, durante el tema “En There’d better be a mirrorball”, lanzado a fines de agosto, retoman el pulso tranquilo, las frases de piano y los tonos de batería en que Helders se acerca a un fraseo más parecido al jazz, que a los golpes de guitarras que la banda lanzaba hasta el celebrado AM (2013). Una idea que de alguna forma ha sido deslizada por el grupo.
Hace algún tiempo, tanto Helders (quien también fue el fotógrafo a cargo de la portada del álbum) como el cantante y guitarrista, Alex Turner, señalaron a la radio NPO 3FM de Holanda, que ven en la discografía de la banda una cierta conexión que no es evidente a primera vista para los seguidores.
The Car tiene la producción musical de James Ford, colaborador del grupo desde su segundo álbum. Se compara con Tranquility Base Hotel & Casino, pero de alguna forma, también puede dialogar con el anterior a este, AM y el más claro ejemplo es el sonido del tema “Do I wanna know?” que acá se desarrolla en otro lenguaje.
En The Car ese ambiente cinematográfico que siempre parecía estar rondando los ojos de Turner en el pasado, consigue ahora expandirse al máximo, alcanzando momentos que realmente parecen sacados de una banda sonora de la saga de James Bond. ¿Quizá alguna de las canciones se cuele en una futura película de 007?
A pesar de esa lluvia de críticas que parece que dividirá a los seguidores de la banda hasta el fin, sus integrantes demuestran estar pasándoselo en grande y ser fieles a lo que realmente quieren hacer.
¿Cómo la portada del nuevo álbum de Arctic Monkeys?
La portada corre a cargo del lente fotográfico de Helders, quien en los últimos años se ha convertido en una especie de aficionado a las cámaras de cine de 35 milímetros. Tomó la foto que se usó para la portada del álbum desde su departamento en el centro de Los Ángeles. El automóvil en cuestión es un Toyota Corolla.
El músico dijo lo siguiente sobre haber tomado la fotografía. “Realmente surgió porque compré una lente de 90 milímetros para mi cámara y recientemente me mudé a este lugar; esa era la vista desde la ventana de mi dormitorio. Así que vi ese estacionamiento todos los días. Siempre parecía que estaba sucediendo algo interesante, incluso si no había nada allá”.
Por alguna razón, por lo general solo había un automóvil en el estacionamiento, lo que intrigó a Matt Helders. Añadió: “Estaba probando el lente. Es antiguo, pero hace algo diferente cuando disparas desde lejos. Hace que toda la perspectiva de todo se aplaste. Así que caminé ese día, fui a mi habitación y tomé esa foto, (habiendo) tomado algunas iguales. Esa fue la que más se destacó”.
Por último, no olvides que Arctic Monkeys se presentaron en la reciente edición del Festival Corona Capital en la CDMX.
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