Hace menos de cinco años salió al mercado Apple Watch, el complemento para tu muñeca que funciona como receptor de notificaciones, con accesorios adicionales que facilitan tu vida cotidiana, e incluso tus aspiraciones deportistas. Desde entonces, se le han agregado mejoras en cuanto a la velocidad de su procesador y los servicios que ofrece.
Este es el reloj inteligente que más allá de darte la hora, recibe los mensajes de tu teléfono (Apple), correos, notificaciones de redes sociales y hasta habla con tu corazón. Pensado en facilitar la vida de un deportista promedio, como cualquiera de nosotros, está conectado a aplicaciones que revisan tu ritmo cardiaco e incluso te dice cuánta distancia has recorrido mientras corres, subes escaleras o cuando simplemente te encuentras caminando.
Apple Watch, en efecto, el lujoso accesorio que con los años se ha convertido en un asistente médico personal. No sólo te sugiere cuidarte, sino que también te indica cuando algo no va bien. Aunque este reloj no es compatible con Android, también existen sus semejantes como Wear OS de Google, Tizen de Samsung, Garmin o Fitbit.
El diseño minimalista de la marca de la manzana mordida se ha caracterizado en el mercado por su elegancia y tecnología. Este auténtico estilo nos acerca a los escenarios en los que la ciencia ficción nos ha imaginado, pero, ¿cuál es la verdadera diferencia entre tener un Apple Watch a tener de dispositivo un smartphone? Las utilidades de este reloj inteligente realmente son beneficiosas, pero, ¿no son en general las mismas que podemos tener en un smartphone?
Recordemos la década de los noventa, en la que los beepers se popularizaron a nivel mundial. Era la forma de comunicación más inmediata y democratizada que existía en ese entonces, ¿en qué consistía? Marcabas a un call center, dictabas un mensaje breve y lo enviabas. El beeper era una especie de receptor de mensajes, concisos y lo más instantáneo en ese momento.
Un reloj inteligente es casi lo mismo, casi. No podemos comparar la tecnología de los noventa con la de ahora, pero en su pragmatismo sí. El Apple Watch no hace otra cosa diferente a la de recibir notificaciones de tu teléfono celular, con las adicionales de que tiene aplicaciones de salud. ¿Para qué gastar en un Apple Watch si puedes mejor invertir en un mejor smartphone que te brinda eso y más de lo que cualquier reloj inteligente?
La democratización de la tecnología ha generado que el acceso a dispositivos de alta gama y meramente lujosos se vean cada vez en más aprietos, en cuanto a cuestiones mercantiles. Antes te vendían un iPhone como lujo, más que por funcionalidad. Ibas a cualquier café a trabajar, y las computadoras portátiles de esa manzana estaban en todas las mesas. La compañía de Steve Jobs realmente supo colocarse en la alta esfera social de la tecnología, supo convertir su marca en la aspiración tecnológica de todas las demás.
Pero los tiempos han cambiado, y la competencia tecnológica y los avances han recorrido casi todas las empresas de esta clase de dispositivos. Muy pocas compañías son las que han quedado atrás. Antes era común escuchar, “ya ni sé usar una PC, yo tengo pura MAC”, etc. Hoy en día observa a tu alrededor y las compañías han logrado desplazar poco a poco a esta famosa marca.
Esto no significa que se irá del mercado, o que sea mala. En realidad, como cualquier cosa en la vida, esta manzana alberga tecnología que beneficia a sectores creativos en ciertas formas, y la PC se enfoca más en cuestiones de programación. Como sea, cada una tiene su público consumidor, y sus propias estrategias de ventas.
Sin embargo, lo que antes parecía “pan comido” para la empresa del afamado Steve Jobs, ahora resulta un poco más difícil. ¿Cómo vender un lujo extra? El producto aspiracional de la manzana mordida siempre fue su estilo elegante y austero, pero moderno. Ahora, con más opciones en el mercado que se acercan e incluso rebasan a la compañía, ¿qué pueden vendernos como accesorio aspiracional y lujoso? Claramente la respuesta está en el Apple Watch.
Entonces hablamos de que este reloj inteligente ¿es, en realidad, un producto de estatus? Si lo piensas detenidamente la respuesta podría ser que sí. La frivolidad de la mercadotecnia y los deseos consumistas del sistema económico en el que vivimos, en gran parte del mundo occidental (sino es que global), nos genera la ansiedad de tener siempre “lo mejor”. Incluso cuando este producto no sea necesariamente el mejor, pero nos dicen que lo es.
Pero alto, hagamos una pausa. Tampoco se trata de satanizar a ninguna marca, ni mucho menos a un reloj inteligente, ¿qué culpa tiene este increíble y elegante reloj? Simplemente merece la pena reflexionar sobre nuestro consumo y entender desde dónde se origina. Aunque también otra cosa es cierta, sin duda, según el área en el que te desarrolles laboralmente en tu vida, Apple Watch puede beneficiarte de otras miles de formas más que a cualquier otra persona.
Varios testimonios revelan que Apple Watch en realidad puede ser mucho más útil si explotas todas sus funciones al cien o si eres un deportista de alto rendimiento.
De acuerdo con un Management de actividades físicas este reloj inteligente le ha facilitado mucho la vida. “Cuantas más veces mido mis actividades diarias más progreso, mejoro mi estilo de vida, mi físico y llego a mis metas tan personales más rápidamente”. Diversos testimonios aseguran que las funciones de calendarización, recordatorios, alarmas, chequeos médicos y demás, hacen de Apple Watch un dispositivo meramente funcional, y la diferencia entre un celular es la optimización de la información y la facilidad con la que puedes dar una respuesta.
Sin duda, este dispositivo puede brindarnos funciones a las cuales también tenemos acceso desde nuestros smartphones, pero las ventajas se acompañan con nuestro estilo de vida y las optimización de nuestras actividades. A veces, es necesario una distracción menor para desempeñar mejor nuestras tareas y quizá este reloj inteligente sea la opción, para lograr eso y mucho más.