Actualmente, vamos a la cama con nuestra luna particular y nos despertamos con nuestro sol también, la luz de nuestros celulares se han convertido en esa luz artificial que nos despierta y despide cada día. Entre likes, scrollear nuestras pantallas, leer las noticias del día, los hashtags de noticias increíbles y desagradables, una constante lluvia de información.
¿Llevas tiempo pensando en si cerrar o no tus redes por un momento? Ahora es cuando, y es que no debes cerrarlas para siempre, si es lo que te acongoja. Sin embargo, no sería mala idea darte unas vacaciones de ellas.
Piénsalo, cuando más sofocado y estresado te sientes de la ciudad, su ajetreo, el ruido y las responsabilidades cotidianas que conlleva una vida de adulto, tu deseo de escapar y alejarte de todo eso para irte a la playa, bosque o cualquier lugar que no sea donde estás, te invade más que nunca.
Todos merecemos y necesitamos vacaciones, el mundo en el que vivimos muchas veces puede ser tan demandante que lo mejor es encontrar un espacio de paz, retomar aire y regresar sin tanta carga. Algo así nos pasa con nuestras redes sociales.
Apenas abrimos los ojos a un nuevo día, y el mundo ya nos aguarda mucho antes de nuestras ventanas. Basta con encender la pantalla del celular y ya volvemos al juego de la nueva realidad virtual en la que vivimos. Lo mismo nos pasa cada noche, nos vamos a dormir invitando a este pedazo del mundo digital a nuestros sueños.
Sin embargo, esto no siempre es lo más sano. Es decir, al igual que el ajetreo de la vida real, el mundo digital no se queda atrás. Mucho menos ahora, que el trabajo invade nuestros espacios personales en este contexto de pandemia.
Esto va desde las clásicas redes sociales que utilizamos para ver memes, likes, seguidores y demás, como para el mismo recibimiento de información de lo que pasa allá afuera. Igualmente, los correos del trabajo, las llamadas de nuestros jefes y el festival de juntas en videollamadas, parece que ahora estamos más estancados en las redes sociales que nunca.
Es por eso que pensar en unas vacaciones de las redes sociales no es una mala idea. De primer momento, no estaría mal iniciar con un apagón intermitente. Es decir, ponernos horarios específicos para estos momentos muertos en los que decidimos ir de Instagram a Twitter, para después reparar en Facebook y demás redes.
Porque también hay que tomar en cuenta que el trabajo sigue siendo parte de nuestra responsabilidad, por lo que no podemos decidir un día no contestar nuestros correos laborales o llamadas de nuestros jefes sin tener serias consecuencias.
Así que empecemos por una limpieza de redes sociales, pero ¿qué es exactamente esto? Se trata de distanciarnos de las plataformas digitales en general. Desde hacerlo por un día, una semana o hasta un mes. Al respecto, los psicólogos recomiendan llevar a cabo esta desintoxicación por el propio bien de nuestra salud mental.
Piénsalo, entre las redes sociales también habita un mundo en el que lo rancio y más agotador de nuestra humanidad sale a flote. Un claro ejemplo es Twitter, ese campo de batalla digital en el que pareciera que la dinámica es siempre enojarse los unos con los otros sobre un tema cualquiera.
Los científicos y expertos de la salud mental, han asegurado que al momento de distanciarnos considerablemente nuestra mente se vuelve mucho más pacífica y hasta nos sentimos más felices.
Más allá de que estas redes funcionen también para cosas positivas, como mantenernos socializando con otras personas, y enterarnos de lo que sucede, el consumo excesivo de estas también nos exponen a una inestabilidad mental en muchos sentidos; tanto que a veces podemos perder de vista lo que es en efecto real y lo que no.
Por eso no está mal considerar una seria desintoxicación de redes sociales, y para que te animes a hacerlo de una vez por todas, te contamos por qué te conviene hacerlo.
Recuperarás tu confianza
Por muy extremo que suene esto, es un hecho que al alejarnos de las redes sociales tu confianza en ti mismo mejorará. Esto se debe a que la constante comparación que hacemos de nosotros mismos con el resto de los internautas, tanto usuarios mortales como nosotros, como con las celebridades, es inevitable.
Y esto sucede en cualquier red social, en donde vemos rostros, cuerpos y vidas perfectas. Ante esta premisa, es lógico que empecemos a compararnos y sentir que vamos quedándonos atrás de esta carrera ilusoria de la vida que se dibuja en el mundo virtual.
Alejarnos de las redes sociales nos ayudará a cambiar nuestra perspectiva, y darnos cuenta que en realidad no vamos detrás de nadie, lo que nos ayudará a tener una mejor confianza en nosotros mismos en diversos aspectos de nuestras vidas.
Vivir el momento
Tal cual frase budista, a veces olvidamos lo importante que es vivir el momento presente. Y es que a pesar de que sintamos que cada vez que le damos actualizar a nuestros feeds, es un hecho que nos perdemos el momento en el que una hoja cae del árbol, o unos niños cruzan la calle riendo, por estar buscando un like o más contenido en las redes.
Paz, paz, paz... adiós a la ansiedad
No se trata de un ansiolítico maravilloso que te quitará el resto de las angustias que la vida nos ofrece a diario. Sin embargo, es un hecho que nos ayudará a sentirnos mucho más relajados, porque al vivir el momento presente, también estamos más atentos a nuestro alrededor, sin la prisa de correr todo el tiempo en esta carrera ilusoria de la vida digital.
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