Cuando el mundo da una vuelta inesperada, nuestras rutinas cambian radicalmente. Y aunque la vida esté llena de cambios y vicisitudes, la verdad es que uno no siempre se encuentra en la mejor disposición para adaptarse a ellos. Incluso después de meses de haber tenido que frenar, o mejor dicho, cambiar nuestras actividades en contra de nuestra voluntad, podemos seguir arrastrando una serie de desmotivaciones que no nos permitan seguir adelante de la manera más óptima y productiva para nuestras vidas. 

Existen dos tipos de motivación, una es la extrínseca, que viene del reconocimiento de los demás. Mientras que la intrínseca se genera a partir de un interés propio que desarrollamos como personas. Y quizá esta última es la que nos puede estar haciendo falta impulsar, para que este momento histórico de la humanidad, sea mucho más llevadero. 

Pero no te preocupes, esto es algo natural y algo que, ahora más que nunca, la mayor parte de la población está viviendo. No estás solo en este camino de desmotivación, habemos muchos y para eso, recomendamos unos tips que nos harán animarnos sí o sí. 

Nos basaremos en las recomendaciones que la psicóloga de Asesoría y Consejería del Tec Campus Monterrey, Marcela Rodríguez, considera para levantar nuestra motivación.

Identifica nuestra motivación

Piensa en algo que te guste, o también en tus necesidades según la etapa que estés viviendo. Por ejemplo, cómo sentirte más independiente, seguro de ti mismo o mantener una vida saludable. Crea el estilo de vida que siempre has soñado a tu escala, y ve trazando el camino para encontrarlo. Si te gusta salir a correr hazlo frecuentemente, busca iniciar una alimentación más sana, etc., el punto es que encuentres la vida que siempre has querido y a partir de donde estás la alcances.

Definir nuestros objetivos y ver cómo alcanzarlos

Una vez que tengas claras tus metas, actúa. Desde motivarte a aprender algo nuevo, mejorar tus relaciones interpersonales o buscar un nuevo pasatiempo. Aquí también puede incluirse el ejercicio o algún hobby que abandonaste hace tiempo, recuperarlo.

Platica contigo mismo, escúchate

Sin tacharte de loco, escúchate. Muchas veces nos esmeramos por evitarnos, desde no dejar de escuchar música, o buscar siempre con quien hablar, tanto que nos olvidamos de hablar con nosotros mismos. Usa tu diálogo interno: es importante que hablándote a ti mismo promuevas la motivación.

Diviértete, date ese permiso

Cuando nos encontramos motivados, la creatividad está más presente que nunca. Así que aprovéchala y date el permiso de divertirte de la mejor forma que te guste hacerlo, bailando, platicando con amigos o hasta viendo un programa de comedia. El punto es que encuentres tus espacios para descansar y reírte mientras tanto.

Disfruta el proceso

No comas ansias, date espacio y disfruta el proceso. No siempre es fácil hallar motivación, pero si estructuras estos pasos a tu favor, encontrarás la alternativa que te hacían falta para animarte. Ahora, no sólo pienses en la meta final, el camino también tiene paisajes hermosos para disfrutar. 

En palabras de la psicóloga Marcela Rodríguez: “La motivación es un ingrediente básico para mantenernos activos, enfocados en nuestras metas, seguir desarrollándonos como seres humanos y generar un sentido de la vida”.

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