El café es la segunda bebida más consumida en el mundo, tan sólo superada por el agua, lo cual nos da un claro referente de lo que esta fruta oriunda de África significa para el mundo.
Gracias a lo multifacética que resulta, cada quien puede encontrar su preparación favorita, pero sin duda, el café es muy recurrente en el día a día. A pesar de las muchas preparaciones y formas, lo más común es encontrar dos tipos de grano.
La arábica, sus granos son considerados el champán del café; los granos de arábica tienen una asombrosa riqueza aromática que produce un sabor suave y profundo al mismo tiempo. Y la robusta, la cafeína reina del café; los granos robusta contienen aproximadamente el doble del estimulante que los granos arábica . Esto le da al café un sabor fuerte y ligeramente amargo.
Con sólo estos dos tipos de granos es que todas las bebidas se preparan, pero su sabor y su aroma va cambiando según el lugar dónde creció, el tostado, el tratamiento… Es tan maleable que hasta el tipo de extracción cambia la consistencia, el sabor y el aroma.
Cada método hace que cambie el tiempo que el grano molido está en contacto con el agua, así como con el oxígeno, lo cual logrará una bebida mucho más fuerte o con mayor cantidad de cafeína.
Veamos algunos de los métodos más conocidos:
Métodos de filtrado por goteo
Son métodos que requieren verter agua sobre café contenido en un filtro, el cual puede ser de papel o una malla como el de las cafeteras de casa. Con ayuda de la gravedad el agua pasa por el café y el filtro, permitiendo una extracción por goteo. Los métodos populares de filtrado por goteo son Cafetera casera (eléctrica), y los métodos Pour Over (V60, Chemex, Kalita).
Estos métodos permiten obtener cafés ricos en sabor y sin amargura.
Métodos de infusión presurizada
Este grupo de métodos de preparación de café es bien conocido, no particularmente por su nombre, pero sí por prepararse en todas las cafeterías. El más conocido es el espresso, es el método por excelencia de infusión presurizada gracias a su popularidad y a que éste nos ayuda a sacar bebidas como el cappuccino o el americano. La infusión presurizada, así como dice el nombre, es la extracción por presión de aire, que da como resultado una bebida intensa a través de un proceso rápido.
Métodos de infusión
Estos métodos de preparación de café constan de la mezcla de café con agua durante un tiempo determinado. El método más conocido es la prensa francesa, el cual por generaciones ha sido el compañero de hogares. Algo que es necesario tomar en cuenta es el tiempo que se deja el café en contacto con el agua, de modo que no se produzca una sobre-extracción, o en su defecto, una sub-extracción. El resultado de estos métodos son cafés llenos de sabor.
Método de filtrado al vacío
Es el método en el cual el café se mezcla en infusión con el agua y luego es extraído por el vacío que se genera. En lo que respecta al resultado, es muy bueno, debido a que se obtiene un café limpio y lleno de sabor gracias a que solo se trabaja con partes de vidrio.
Método de percolado
Es un método de preparación en el cual el café se mezcla con el agua en ebullición, y el proceso se repite varias veces, como una cafetera común. El tipo de molido recomendado es el grueso, debido a que el café estará en constante contacto con el agua.
Método de cocción
Por último, y no menos importante de todos los métodos de preparación de café, es el de cocción. Éste consta de mezclar café con agua en ebullición por un tiempo determinado. El más conocido es el café turco, un método que por siglos ha dado como resultado un café fuerte y muy aromático.
Tal vez lo tuyo no sean este tipo de métodos y prefieras el siempre confiable americano o espresso, pero siempre es interesante visitar un lugar con expertos para probar las posibilidades de esta increíble bebida.
Es tan maleable que algunas posibilidades resultan en cafés que saben a crema de avellanas, o a frutas. Es un mundo complejo, en el que fácilmente nos podemos perder, pero si deseas que algún experto te explique las diversas facetas del grano, te recomendamos cuatro cafeterías en la CDMX que debes visitar.
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Café Avellaneda
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Es una acogedora cafetería y tostadora de paredes azules que lleva seis años en el barrio. Una de las primeras cafeterías que le regaló a los defeños la alternativa de experimentar con las posibilidades del café, es un lugar pequeño pero muy adecuado para tomar una buena taza de café.
Dirección: Higuera 40-A, La Concepción, Coyoacán,
Quentin Café
Este local ya clásico en la Roma ofrece café de diversos orígenes foráneos, como los africanos de regiones de Kenia y Etiopía, que llegan con altos estándares de tostado, así como los granos americanos de Guatemala y Colombia. Con una carta inmensa con cientos de posibilidades que va cambiando semana con semana, te recomendamos dejarte guiar por las recomendaciones de los baristas, no te arrepentirás.
Dirección: Av. Álvaro Obregón 64, Roma Nte.
Gradios Café
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Si caminamos un poco lejos del primer cuadrante de la ciudad, sobre la calle de Luis Moya, nos encontraremos con una cafetería perteneciente a Erika Chagoya, una barista que ha representado a México varias veces. Aquí tendrás la oportunidad de que el mesero prepare el café en la mesa y te explique a detalle el proceso.
Dirección: Luis Moya 115, Colonia Centro, Centro.
Passmar Café
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Entre los puestos del mercado de la Del Valle, nos encontramos con una de las cafeterías más especiales de la ciudad, en la que lleva 16 años deleitando a los amantes del café que desean pasar un buen rato en compañía de esta bebida. El sifón japonés es la estrella del lugar.
Dirección: Adolfo Prieto s/n (casi esquina con Av. Coyoacán), Local 237. Col. Del Valle Norte
Disfruta de nuestro tradicional café, sólo en Sanborns.
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