Para muchos el arte moderno debe ser estridente o escandaloso. Pero quienes piensan así ignoran que también existe el arte íntimo. Aquel que parte de la timidez y se desborda en su cercanía. Resume obras que, aunque parecen discretas, ensordecen desde su honestidad. Es ahí donde la música de Julieta Venegas adquiere su mayor relevancia.
Desde que la conocimos siendo parte de la agrupación Tijuana No! hasta que arrancara su carrera solista, no ha parado de componer canciones que conecten con el público y, sobre todo, ella no ha dejado de evolucionar como persona y artista. Lo último que escuchamos de Julieta Venegas fue el álbum Algo Sucede (2015). Aunque ella inició su carrera en 1987, a partir de su exitoso disco Sí (2003) fue que Julieta Venegas se la ha pasado subiendo y bajando de aviones y presentándose en grandes recintos.
Desde entonces trabajó en la promoción del álbum, tocando y viajando a gran parte del continente americano. El viaje denominado Algo Sucede tendría que terminar, fue entonces cuando la compositora quiso detenerse un poco y explorar otras cosas que la enriquecieron como artista. Fue así como Venegas decidió dejar la Ciudad de México y su habitual mareo del estrellato para irse a vivir con su hija a la fascinante y vertiginosa Argentina. La idea le rondaba hacía tiempo, pero fue en 2017 que tomó el impulso, sus maletas y se marchó. Convertida en una de las voces más queridas de la canción mexicana, ha vendido más de 20 millones de discos en el mundo, ganado dos premios Grammy y actuado en más de 100 países en la última década.
Para Julieta Venegas alejarse le significó recuperar el placer de subirse al escenario y enamorarse de nuevo de la música. Desintegró a la banda que la acompañó en su última gira, en su autoexilio comenzó a tocar en lugares pequeños, en un show llamado “Íntimo” en cafés, librerías. Durante dos años ha tocado canciones nuevas y en ese tiempo comenzó a trabajar con el director y escritor Santiago Loza y con el director teatral Guillermo Cacace en un monólogo llamado La Enamorada, un relato ficticio para el cual compuso un puñado de canciones que la hicieron volver al estudio y tener la intención de grabar un álbum nuevo.
La obra teatral homónima, estelarizada por la misma Julieta, es una pieza unipersonal. La Enamorada es un espectáculo en el que una mujer frágil e intensa toma la palabra y nos propone un viaje en el que seremos testigos de confesiones y relatos pequeños pero entrañables en el marco de un cuidado diálogo entre lo musical, lo poético y lo plástico. Envuelta por una atmósfera onírica de sombras y música, una mujer tímida levanta la voz para contar su historia, y no se detiene.
De esta manera nace el nuevo álbum de Julieta Venegas, La Enamorada. Un trabajo conceptual donde crea un viaje de la timidez a la osadía a través de la música. El disco tiene una duración de tan solo 23 minutos, con 9 canciones en su haber. Fueron escritas por la misma Julieta en conjunto con Santiago Loza. El álbum pasa por varias temáticas, profundizando en lo íntimo, principalmente con piano y guitarra, donde “Mis muertos” funciona como primer sencillo, el cual, aunque alegre, nos recuerda a aquellos seres amados que se adelantaron en el viaje de la vida.
“Algo muere, algo nace… todo sucede sin estridencias”. Se trata de un viaje en el que acompañaremos una intimidad, seremos testigos de confesiones y de contundencia existencial para un ser sin certezas, pero con la necesidad de encontrarse con el mundo desde otro lugar.
El álbum ya está disponible en todas las plataformas digitales.