Compases cortos, rápidos, con una batería enérgica y un coro para cantar. Los Blink-182 siendo Blink-182. Están de vuelta.
Muchos recordarán que en el año de 1992 el grunge y el revival del postpunk hacían su entrada triunfal en las listas musicales de la radio de la época y a los “modernos” reproductores de formatos como el cassette y CD que se vendían en Estados Unidos, así como en nuestro país. El rock seguía mutando, esta vez, en forma de pantalones anchos, pelos parados, fiestas en la piscina y mucha, pero mucha menos psicodelia que antes.
Ese año, una agrupación formada por Tom DeLonge, Mark Hoppus y Scott Raynor (quien sería sustituido por Travis Barker en 1998), llegó a los oídos de millones de jóvenes a nivel mundial, quedándose ahí a vivir para siempre y marcando el gusto sonoro de la mitad de una generación rockera (el grunge era dueño de la otra mitad). Quién diría que un trío de jovencillos con gorras al revés, bermudas, tennis converse y unas cuantas patinetas vendrían a burlarse de los Backstreet Boys y de paso de las tendencias musicales para crear una propia.
Los años 90 están de vuelta, eso está claro. Y no lo decimos por los Pokémon o por los remakes de
los clásicos de Disney en live action, lo decimos por la música que suena. Como Blink-182 quienes están listos para derribar todos los arbolitos de Navidad que encuentren a su paso con el video para su nuevo sencillo “Not Another Christmas Song”, el cual y mediante un video animado (bastante parecido al concepto visual del programa de MTV Celebrity Deathmatch) y dirigido por Johnny McHone nos deja ver a la banda trabajando junto a los elfos en el taller de Santa, donde el ídolo de diciembre se la pasa bebiendo mientras su equipo se electrocuta y es atacado por un reno desquiciado. Pero ojo, esta no es la primera canción navideña de la banda, en el 2001 dieron a conocer “I Won’t Be Home for Christmas” como parte de un EP de cuatro canciones.
Recordemos que después de que Blink-182 editara en 2003 su álbum homónimo, hubo una pausa de ocho años para que presentaran Neighborhoods en 2011, tal vez su producción menos gustada. En este lapso los tres integrantes de entonces, Hoppus, Tom DeLonge y Travis, se dedicaron a editar música en otros proyectos: Tom formó Angels & Airwaves mientras que Travis y Mark integraron +44, ambos en 2006. Al parecer los formaron uno en respuesta al otro. El éxito de ambos fue fugaz y hasta cierto punto mínimo (no obstante, Angels & Airwaves ha editado 5 álbumes en estudio). Los debates alrededor de ambos proyectos se basaban en determinar cuál de los dos era mejor y cuál respetaba más el nombre que Blink había creado.
Pero ese lapso no solo sirvió para concentrarse en las sesiones en estudio de grabación, por su parte Tom DeLonge decidió profundizar en los “Encuentros Cercanos del Tercer Tipo” es decir en el mundo de los OVNIS y la vida más allá de nuestro planeta. Se volvió mucho más que un hobby y el músico incluso creó una página web, “Strange Time”, que también dio pie a una novela, una película y una serie de televisión, además a comienzos de 2017 fue nombrado como Investigador OVNI del Año por OpenMinds.tv.
Este año lanzaron su más reciente producción discográfica: Nine, álbum que nos presentó sencillos como “Darkside” “Happy Days”, “Generational Divide” y “Blame It On My Mouth” incluyendo a Matt Skiba como guitarrista en sustitución de Tom DeLonge, que comparte voces con Mark Hoppus.
Sin más que decir, te mostramos “Not Another Christmas Song” para el gusto de muchos anti Navidad que andan por ahí.