Cuando pensamos en hacer ejercicio, casi siempre nos preocupamos más por qué tipo de ejercicios nos ayudará a cumplir nuestros objetivos, las condiciones físicas en las que estamos, el lugar en donde queremos hacerlo: gimnasio, casa o al aire libre. Es decir, pensamos hasta en qué ropa que más nos conviene utilizar, y qué gadgets nos ayudarán a enriquecer nuestra vida fitness, como en la alimentación misma.
Sin embargo, muy pocas veces apuntamos el horario. Casi siempre lo dejamos de un lado y pensamos que en cuanto estemos libres será el momento de hacer ejercicio, pero ¿cualquier horario es bueno para ejercitarnos? ¿Existe un horario ideal para hacerlo? ¿El horario afecta nuestro rendimiento y resultados?
Incluso, existen ideas equivocadas sobre el tema. Es decir, quizá muchos ahora están respondiendo ahora en sus cabezas que, sin duda, las mañanas son el mejor momento del día para ejercitarnos. Sin embargo, es tiempo de desmentir esa falsa idea. Sí, como leíste, aunque las mañanas tengan sus ventajas para ejercitarnos, no es el horario más óptimo para hacer ejercicio.
Actividades que son al aire libre, como el salir a correr, suelen formar parte de una rutina matutina en la que consideramos este horario por ser el “más productivo”. Sin embargo, hacer ejercicio a primera hora del día no es el mejor momento, pues resulta que nuestro cuerpo está preparado para hacer deporte por la tarde, pero no por las mañanas.
En efecto, el mejor horario para ejercitarse es entre las 16:00 y 17:00 horas, pues nuestra temperatura corporal es mucho más elevada, mientras que en las mañanas estamos a una temperatura más baja. Pensemos en los noventas, cuando nuestros padres salían diez minutos antes para ir calentando el carro y estar listo para llevarnos al colegio, después de que el motor se aclimatara.
Algo así sucede con nuestros cuerpos, pero con un par de horas de diferencia. En la tarde tenemos más fuerza y resistencia. Al combinar ambos factores, nuestro estado mental está más alerta, por lo que es menos probable adquirir lesiones durante nuestro entrenamiento.
Flexibilidad en los horarios
Claro que el mundo actual nos demanda una vida mucho más ajustada a la agenda de nuestros trabajos, escuela y relaciones. Es decir, estamos más condicionados a una agenda externa que a una propia, por lo que quizá no es muy factible ejercitarnos a ese horario ideal para todos.
Por ejemplo, tampoco es terrible que te ejercites temprano, de hecho esto también tiene sus ventajas, pues al hacerlo en las mañanas te llenará de energía. Incluso los expertos afirman que ejercitarte por las mañanas también puede ser una clave perfecta para ser mucho más productivo durante el día.
Por otra parte, hacerlo a la última hora del día también tiene sus ventajas, esto depende de cómo tu cuerpo se acomode mejor. Hay quienes hacer ejercicio los agota a un nivel que el descanso es una increíble opción después de ejercitarse, mientras que están lo que prefieren en la mañana porque su cuerpo se recarga de energía, imposibilitando descansar después de ejercitarse.
Fijar un horario
Más allá de que los expertos afirmen que el horario perfecto es entre las 16:00 y 17:00 horas, lo cierto es que cada cuerpo es distinto y eso tampoco significa que esté mal ejercitarse a la hora que más te acomode.
De hecho, la clave fundamental para que tu vida fitness esté bien equilibrada es fijarse un horario. Hacer ejercicios siempre a la misma hora te ayudará a tener un mejor rendimiento físico y mental. Tú eliges si te conviene mejor por las mañanas, por las noches o si, de hecho, tienes la posibilidad de lograr tu rutina en el horario ideal según los expertos.
Encuentra lo mejor para tu vida fitness AQUÍ.