16 jul 2020
Hace más de cuatro décadas, Inglaterra sonaba de manera metálica, gris y rebelde. El punk vivía su apogeo, el grito de rebeldía y fastidio agitaba al planeta, su espíritu estaba más vivo que nunca. Una atmósfera reprimida entre la frustración y la incertidumbre, resguardaban a la sombría y clásica Gran Bretaña del ruido del mundo. Poco después de que la icónica banda de Sex Pistols hicieran su primera aparición en Manchester, Joy Division apareció en la escena con una nueva y atrevida versión de lo que el punk ofrecía pero renegaba.
Una especie de funambulismo entre la ira, el descontento y la eterna melancolía de una generación irreverente ante el sistema, habita entre las letras y acordes de Joy Division. La carga de un costal en el que se derraman emociones frustradas, sobre una inquietud posindustrial y desesperación emocional, en pequeños episodios de catarsis reflejados por completos en la energía de Ian Curtis (vocalista de la banda), y en las líneas de bajo de Hook y los agudos riffs de guitarra de Albrecht.
Mientras el mundo aún saltaba eufóricamente por el movimiento del punk británico, a finales de los 70, Joy Division regresó a la calma de la tormenta con su sonido y demostró ser tan importante para la música independiente en la década de los 80.
Un nuevo paradigma vislumbraba la industria de la música, y el movimiento del postpunk tuvo su origen en las venas de la banda integrada por Ian Curtis, Peter Hook, Bernard Sumner (nombre real del también conocido como Bernard Albrecht) y Stephen Morris. Desde entonces, la melancolía y el sentimentalismo, obtuvo su lugar respetado entre las almas más rebeldes e inquietas que gritaban en furia.
Originalmente, la banda adoptó fue nombrado Stiff Kittens por los legendarios Buzzcocks, para después llamarse Warsaw (por "Warszawa" de David Bowie), con el que hizo su debut en vivo en Manchester. Un año después, en 1977, renombraron la banda y acogieron el entrañable y polémico nombre que todos conocemos: Joy Division. Con el fin de evitar confusiones entre la banda de punk llamada Warsaw Pakt, la banda decidió cambiarse el nombre, y para esto se inspiraron en la novela de Karol Cetinsky La Casa de las Muñecas, sobre la Segunda Guerra Mundial. (en el libro, el término "división de la alegría" se usaba como argot para las unidades de campos de concentración en las que las reclusas eran obligadas a ser esclavas secuales para el disfrute de los soldados nazis).
Aunque la banda vio la luz por muy poco tiempo, no cabe duda que se esmeraron en convertirse una leyenda. Sobre todo Ian Curtis, que poco después de quitarse la vida, detonó un legado musical que habita en los oídos de generaciones que aún lo conmemoran. Irónicamente, antes de que Curtis decidiera partir de este plano, la banda había acordado que al momento de que cualquier miembro de la banda se marchara, la banda lo haría también. Así es que vemos que cumplieron su promesa, para seguir el camino de la música con New Order, el grupo que, sin duda, supo sobrevivir a la sombra de lo que Joy Division dejó en tan poco tiempo.
A casi cuarenta años del fenómeno que abrió la puerta al postpunk, Joy Division todavía sigue celebrando su partida, o mejor dicho, la huella que dejó antes de desvanecerse. El próximo 18 de julio será la fecha exacta en que se conmemoren los 40 años del lanzamiento del segundo y último álbum de Joy Division, Closer (1980). Este álbum fue uno que, sin duda, marcó una brecha importante en la industria de la música. Además, Closer es el álbum que marcó la recta final de la agrupación británica, pues incluso fue lanzado dos meses después de que Curtis se marchara de este plano.
Y para celebrar estas cuatro décadas, se lanzará una edición remasterizada del LP, se trata de una edición de vinilo transparente, que estará disponible a partir del próximo 17 de julio a través de London Records. Además, se incluirán los tres sencillos más icónicos de la banda: "Atmosphere", "Love Will Tear Us Apart" (que en su momento fue solo un sencillo póstumo) y "Transmission", en su versión reeditada luego de su primera edición en 1992 en Factory Records.
El costo de esta edición será de £19.99 ($600 pesos mexicanos). Así que ve formándote, porque seguro volarán, puedes obtenerlo en este enlace.
Joy Division rescató a la melancolía de su propio abismo, sumergiéndola entre los sintetizadores y las mezclas de los erráticos bailes de Curtis. No por nada, se convirtió en una leyenda que aún respira y palpita entre las mentes rebeldes y adolescentes que despiertan en cada adulto de las nuevas generaciones.
