Despertar se ha convertido en un ritual pesado en el que lo único que nos avienta de la cama es la necesidad de existir fuera de nuestra habitación, la demanda del mundo real que nos exige, en la rutina, interrumpir nuestros sueños más raros. 

La falta de un descanso rico, largo y tendido provoca que nuestras sábanas sean el mayor enemigo que tenemos que enfrentar todos los días al despertar, y no contentas, pareciera que nos arrojan una nube densa y pesada de mal humor que nos acompaña durante todo el día, ¿cómo lidiar con esto sin tener que cambiar radicalmente nuestras rutinas? Te recomendamos cinco consejos prácticos recomendados por los expertos para que lo logres.

1.-  Aleja el despertador de tu cama

Casi todos, lo último que hacemos antes de caer en los brazos de Morfeo es mirar nuestro celular por última vez, y el problema es que es ahí en donde también está programada nuestra alarma para muchos de nostros. Por lo que, cuando suena el despertador solemos caer en los clásicos 5 minutos más, convirtiéndolos a veces hasta en 40 minutos, lo cual es un peligro para nuestro día y razón principal por la que empezamos con el pie izquierdo y reina el mal humor. 

2.- Exponte a la luz del día 

Una vez que logres vencer a las sábanas, el siguiente paso que debes seguir es el de exponerte a los rayos del sol. Quizá no podamos hacer los ejercicios yóguicos para saludar al sol apropiadamente, pero nuestro cuerpo sí lo saluda con solo tener contacto.  

De acuerdo con un estudio difundido por la BBC, la luz del día es un punto clave para que nuestro cuerpo se aclimate al ciclo natural del día, por lo que se recomienda estar en continuo contacto con la luz natural durante el día y menos en la noche.

3.-  Estiramientos desde tu cama

La movilidad del cuerpo es fundamental para que toda la sangre y energía fluya por nuestro organismo y así estemos más perceptivos durante el día. Lo único que debes hacer es estirar y flexionar las extremidades de cualquier forma en la que se sienta bien para ti, y sin que te lastimes.  

Además de permitir el libre flujo de la sangre, esto liberará endorfinas, una de las sustancias responsables para que seamos felices en nuestros días. 

4.- Medita

No te sientas intimidado por la palabra ni por su significado, meditar es algo intrínseco que habita en nuestra naturaleza humana. Por definición, meditar significa concentrarse, así que sólo tómate de cinco a diez minutos, según tu horario te lo permita, y concéntrate en tu respiración.  

Procura hacerlo diario, y verás que los resultados que te ofrece la meditación serán enriquecedores para tu vida diaria, sobre todo para mejorar tus mañanas. 

5.- Sonríe sin importar qué

Diversos estudios han comprobado que el sólo acto físico de sonreír impacta de manera positiva a nuestra salud, y por ende a nuestro buen humor. Quizá muchas veces no tenemos motivos específicos que nos dibujen la sonrisa de manera natural, pero comienza haciéndolo frente al espejo, gesticula una sonrisa durante un par de minutos y eventualmente notarás cómo esa sonrisa se comenzará a dibujar por sí misma.  

Estos breves y prácticos cinco pasos para hacer de nuestras mañanas más ligeras ayudarán a que tu cuerpo se sienta más cómodo durante el día, por lo que este bienestar físico se notará en la actitud con la que te despiertes al mundo.