Mientras nos debatimos entre que si la década termina o no, lo cierto es que el mundo persigue al fin del mundo más rápido que nunca. Un fiel homenaje a nuestros orígenes, entre una explosión catastrófica que se desenlaza en la vida, la línea entre el caos destructor y el caos creador sigue confundiendo al resto de la humanidad. No por nada ha sido el año en el que el movimiento ecológico ha tenido más fuerza que en muchos años anteriores, sobre todo en América, y esto lo confirma la visita de la activista de Greta Thunberg a nuestro continente.
Y aunque sabemos que dejar de utilizar popotes no servirá de gran cosa, seguimos comprándonos los eslogans de una generación que ha decidido despertar. Ok, a todos nos destrozó ver a la tortuga agonizando con el popote en sus cavidades nasales, pero las “políticas curitas” sobre nuestra leyenda plagada de falacias como la de “un granito de arena hace la diferencia”, no surten un efecto real más allá de calmar nuestra ansiedad por este final del mundo inminente.
Lo cierto es que para varios el fin del mundo sucede todos los días, pensando en quienes viven en una situación de pobreza extrema y en comunidades enteras que agonizan por falta de alimento. Por eso, con el objetivo de mentalizar sobre el cuidado de las plantas y vegetales, la FAO ha declarado el próximo año como el El Año Internacional de la Sanidad Vegetal, para demostrar que el cuidado es primordial para erradicar la pobreza extrema, el hambre en todo el mundo, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico.
El Director General de la FAO, Qu Dongyu, al presentar el Año en coincidencia con la reunión del Consejo de la Organización de la ONU aseguró: "Las plantas suponen la base fundamental para la vida en la Tierra y son el pilar más importante de la nutrición humana. Pero contar con plantas sanas no es algo que podamos dar por supuesto".
Aunque el panorama tenga una tonalidad gris y bastante desalentadora, la verdad es que si algo nos sigue caracterizando como especie es la capacidad de albergar la esperanza, incluso cuando el mundo parezca sordo a ella. Por lo que las miles de campañas y protestas que se hacen en torno a esta lucha por cuidar nuestro planeta, que al fin y al cabo es nuestro único hogar, no son un simple producto de un descontento colectivo que busca refugiar su ira en alguna cartulina, o al menos no todas. Por eso el que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Cultura proclame el año entrante el Internacional de la Sanidad Vegetal llega en un momento en el que no podemos dejar de recordar en momento que vivimos como humanidad.
Cuando la mentalización de erradicar el maltrato animal ha tenido bastante eco en los últimos años, también es importante señalar lo imprescindible que resulta para nuestra vida la protección de nuestra flora. Ahora te explicaremos brevemente, en siete puntos claves, de qué trata exactamente el Año Internacional de la Sanidad Vegetal.
7.- Algo que se busca con esto, es evitar trasladar plantas o productos vegetales en viajes o desplazamientos fronterizos. Con el fin de evitar propagar plagas o enfermedades entre las plantas.
6.- Como en el mundo globalizado que vivimos, varios países dependen del comercio de plantas y demás productos vegetales para sostener sus economías. Por esta razón, se promueve garantizar la inocuidad del comercio de plantas y productos vegetales sin establecer obstáculos completamente innecesarios. A su vez, con el riesgo que corre este mercado, la implementación de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y otras normas internacionales ayudan a promover el comercio mientras lo mantienen inocuo.
5.- Un punto clave para 2020 será concientizar acerca de que la preservación de la sanidad vegetal ayuda a proteger directamente el medio ambiente y la biodiversidad.
4.- En la protección radica toda este cambio de conciencia, por lo que será importante gestionar y recuperar los ambientes terrestres y marinos para preservar la sanidad vegetal. Una sugerencia para involucrar a los ciudadanos al respecto es informarles acerca de las medidas necesarias que pueden tomar diariamente y así tener una participación activa e iniciativas para promover la protección y la gestión de recursos naturales.
3.- Algo importante también, es buscar la inversión en organizaciones especialistas en sanidad vegetal y en la investigación y desarrollo fitosanitario.
2.- Además, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) proporcionarán orientación y lideran los esfuerzos mundiales para garantizar la sanidad vegetal.
1.- Lo más importante es recordar que las plantas sanas son fundamentales para acabar con el hambre y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.