120 años de “Viaje a la luna” de Mèliés

Vida y estilo Calendario 27 sep 2022 Paulina Martínez

La ciencia dice que el ser humano llegó en 1969 a la Luna, exprensando aquella aclamada frase “Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad”. Sin embargo, y a costa de lo que los aficionados piensen, lo cierto es que llegamos mucho antes y sin necesidad de frases grandilocuentes y sin necesidad de gastar miles de dólares.

Todo sucedió cuando George Mèliés inauguró la ciencia ficción en el cine con su clásica película Viaje a la luna (Le voyage dans la lune), esto pasó un primero de septiembre de 1902. Se trata de un cortometraje que no sólo fue el más célebre de este cineasta, sino que ha sido uno de los más representativos en el género sci-fi y una pieza verdaderamente importante en el mundo del arte. 

Este mes y este año esta cinta cumple 120 años, por lo que hoy hablaremos de esta popular historia inspirada en las novelas de Julio Verne y cómo es que Méliès también es considerado el padre fundador de los efectos especiales y toda la famosa magia del cine. 

Antes que nada, hablemos del creador de toda esta revolución cinematográfica. Se trata de George Méliès, nacido en 1861, fue hijo de un zapatero que consiguió posicionarse económicamente con su empresa. Después de haber trabajado un considerable tiempo en el negocio familiar, Méliès estaba fascinado por el teatro, desde su infancia. 

Se cuenta que un viaje a Inglaterra lo cambió en este sentido, todo a causa de un show de ilusionismo. Después de esta aventura, y de haberse quedado con el negocio familiar, decidió venderlo todo y apostar por el arte del teatro. En este sentido, compró el teatro parisino, Robert Houdini, algo que claramente enloqueció a su familia, pero él lo tenía claro y ese sueño estaba por cosecharse. 

Unos años después, una fecha especial llegó. Se trató del mítico 28 de diciembre en 1895 en el Gran Café, en la avenida Capucines en París, cuando los hermanos Lumière organizaron una proyección con un público selecto en donde se proyectó la emblemática cinta La llegada del tren, aquella escena que revolucionó por completo el cine. 

Algo que inspiró a Méliès a explorar el mundo del cine, y lo que lo llevó a indagar en las posibilidades de juntar el cine con el ilusionismo y la fantasía. El cineasta francés ofreció a los hermanos Lumière una suma considerable para que le vendieran una máquina igual a la de aquella proyección, pero ellos se negaron por temor a que sus filmes bajarán la rentabilidad. 

Sin embargo, y como todo genio artista, Méliès no se dio por vencido, y mientras los Lumière hacían del cine algo famoso en Europa, Thomas Edison ya presentaba el quinestoscopio (uno de los primeros dispositivos de exhibición de imágenes en movimiento) en Estados Unidos. Fue entonces que gracias al electricista inglés Robert Paul, Méliès logró conseguir un quinestoscopio para comenzar a experimentar haciendo cintas.

De los accidentes y los inicios lo innovador

Inicialmente Méliès comenzó haciendo filmes sencillos como los de los hermanos Lumière. Sin embargo, y a causa de una casualidad, destino o un simple accidente, fue que se adentra en experimentar más allá de lo convencional. Algo que vemos en cualquier genio o artista, casi siempre. 

Todo fue porque un día el cineasta reveló una cinta, pero se dio cuenta que se habían perdido algunos cuadros gracias a que su cámara se atascó. Sin embargo, descubrió que al ver los cortes en las imágenes: primero se mostraba un tren, y un cuadro después este desapareció para dejar ver a un grupo de personas. El verdadero y primitivo inicio de los efectos visuales nace a causa de un accidente, y entonces el cineasta se convierte en uno de los primeros ilusionistas de montaje en el cine. 

Desde desaparecer y aparecer objetos o personajes, hasta llevarnos a la luna por primera vez en 1902, con Viaje a la luna (Le voyage dans la lune).

Es por eso que es considerado el primer cineasta de ficción, pero con una alta inclinación hacia la ciencia ficción y lo fantástico. Su narrativa visual y discursiva, lo llevaron a ser actor, productor y guionista de más de 500 filmes cortos. Sin embargo, actualmente apenas se conserva una décima parte de su obra, todo gracias a la guerra. 

Nuestro primer viaje a la luna

La cinta que revolucionó todo, y por la que hoy estamos platicando de esto, Viaje a la luna (Le voyage dans la lune) fue escrita por el hermano de Méliès, Gaston, e inspirada en varias historias como De la Tierra a la Luna de Julio Verne y Los primeros hombres en la Luna de H.G. Wells.

Para la exhibición de la cinta los intérpretes utilizaron música original compuesta por el mismísimo George Méliès. Igualmente, protagonizó la cinta con el personaje del profesor Barbenfouillis, quien hace de líder de la expedición lunar. Se supone que Méliès argumentó que él debería ser el personaje, debido a que era el único capaz de entender la complejidad del personaje. 

Fueron tres meses de rodaje para la realización de esta cinta, hecha en el estudio de Méliès , construido en forma de invernadero con tal de permitir que la luz entrara. Esta producción tuvo un costo de unos 10 mil francos de la época, cifra que en su momento fue considerada una exageración. 

A pesar de que tuvo un gran éxito a nivel internacional, el cineasta no logró ver muchas ganancias gracias a la piratería. Sí, desde entonces eso ya empezó a ser un problema para la novata industria del cine. 

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